Los días en que no sonríes, los días en que no te sientes feliz son completamente días perdidos, días no vividos. ¿Has pensado alguna vez cuántas veces sonríe un niño por día?, ¿y un adulto? Es tan grande la diferencia, es inimaginable. Eso es debido a que nuestra mente está colapsada de pensamientos nocivos. Sonríe para hacerlos desaparecer.
No sonríes porque no te sientes agradecido. Y no te sientes agradecido porque no ves la vida con los ojos del corazón, de tu corazón. Pero tú tienes el poder “aquí y ahora” para transfigurarlo todo, solo te encuentras a un pensamiento de cambiar tu actitud y tu vida.
La confianza, confiar en que todo va a estar bien te ayudará a sonreír. La confianza y la fe son elementales para poder experimentar entusiasmo. Si te cuesta sentir alegría, si estás en un momento de crisis profunda y no sientes alegría ponte a cantar canciones de amor o mantras. Canta, canta, canta…hasta que las notas musicales se incorporen a tu melodía interior.
No te vayas de este mundo con pocas sonrisas.
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