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  • Luz Boscani

Si obtienes malas calificaciones eres un burro


¿Cuántas veces ha sucedido que a un niño le digan burro cuando sus notas en el colegio no son las deseadas? Muchas más de las que imaginamos. De hecho, en la India, por ejemplo, es muy alto el índice de suicidios en los niños que tienen mucha presión de sus padres para obtener altas calificaciones y no lo consiguen. Con lo cual, estamos hablando de algo muy serio.

Para que un niño tenga ganas de sentarse a estudiar, prestar atención en clase y hacer los deberes debe tener cubiertas las condiciones básicas que nombraré a continuación:

• Amor de los padres.

• Una alimentación sana y equilibrada.

• Un ambiente sano que no sea hostil.

• La paciencia de quien le enseña (un maestro o un padre).

• Alegría, dispersión y lindos momentos para jugar en los que pueda gastar su energía y divertirse.

Si estas características están cubiertas, es muy posible que un pequeño no tenga inconveniente alguno en aprender y desarrollar sus habilidades.

[...] El amor es la más importante porque, a través del cariño, la comprensión es más profunda y el conocimiento se asimila rápidamente. Pero si un niño no cuenta con el apoyo de su madre o de su padre cuando algo no le sale bien o no sabe cómo hacerlo, eso traerá como consecuencia el enojo, la impotencia, la convicción de que no puede, de que es burro y que no sirve para ello.

[...] Si más allá del amor, la paciencia, el apoyo y una buena alimentación las notas obtenidas no son las deseadas, puede que sea por muchos motivos y no precisamente porque es burro.

Partamos de la base de que todos los niños que nacen sanos tienen las mismas capacidades. Por lo tanto, no existen niños burros, solo existen niños que de acuerdo al entorno donde se crían y las vivencias que van atravesando tienen más o menos ganas de estudiar. Así se cae un gran mito y se desvanecen muchas penas de las personas que toda su vida se vieron perseguidas por el fantasma de ser burros.

¿Nunca te has preguntado por qué alguien no obtiene las calificaciones deseadas? Hay tantos motivos como vidas en este mundo. Además de las mencionadas en el párrafo anterior, puede ser porque los padres se divorciaron, porque un hermano está enfermo, porque observa violencia en su casa, porque sus amigos no lo valoran, porque se siente acomplejado, etcétera.

Nadie es burro, no existen personas burras, solo existen situaciones difíciles y entornos no deseados. Con lo cual, si algún adulto sintió toda su vida que fue un burro por no tener la mejor experiencia escolar, solo debe pensar que así fue porque las condiciones externas no ayudaron para que lo hiciera mejor.

Pero aquí viene lo más lindo. Muchos chicos no son grandes estudiantes porque su leyenda personal no es justamente esa. Porque puede que se lleven muy mal con las matemáticas, la literatura o la ciencia, pero llevan dentro un artista plástico, un cantante, un poeta, un músico, un tenista, un artesano, entre muchas otras cosas más.

Los padres deben prestar atención al comportamiento de sus hijos porque puede que detecten diferentes pasiones y habilidades en ellos que luego los conducirán al éxito y a una vida cargada de amor y equilibrio.

Realmente no se logra nada ejerciendo presión sobre aquellos supuestos malos alumnos. Hay que hablar con ellos; hablando con amor puede que detectemos lo que les está sucediendo y podamos ayudarlos. La comunicación juega un rol muy importante en una etapa adolescente en la que todo es nuevo y se tiene mucha incertidumbre. Debemos apoyarlos y darles las herramientas necesarias para superar cualquier obstáculo.

Esto parece difícil en un mundo exitista y competitivo donde lo más importante es estudiar para perseguir el dinero a cualquier precio. Pero debemos esforzarnos para que no sea así. Para que nuestras vidas y la de nuestros hijos se orienten a desarrollar el amor y las habilidades que cada uno trae innatas. Así podríamos evitar la depresión y, en el peor de los casos, la muerte de muchos adolescentes.

No recuerdo ningún caso en el que se haya enseñado con amor y paciencia y el niño no haya aprendido. Seguramente, tú tampoco.

Por otro lado, hay infinidad de ejemplos de grandes hombres de la historia que no contaban con el apoyo de nadie y aparentemente no les iba bien, pero lograron consagrarse. Por ejemplo: Charles Darwin, el padre de la teoría de la evolución, que abandonó la carrera de medicina y todos sus maestros lo consideraban un niño limitado y por debajo del estándar. Walt Disney, que fue despedido por un editor porque según él le faltaban ideas. Albert Einstein no habló hasta los cuatro años, no aprendió a leer hasta los siete y su maestro lo describía como lento.

Te invito a ofrecer amor a través del aprendizaje y a dejarte llevar por la melodía interior que llevas dentro para alcanzar las metas deseadas.

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