Está tan dulce el cielo hoy…
afiebrado por estos aires fríos,
con nubes que no son nubes,
son recuerdos de aquellas
que lo fueron,
estopas de escarmeno,
grisaldos de aspavientos,
rumores aplazados
de sonidos del elenco.
Y así está todo, disipado,
el cielo y el campo,
con un tono embrumecido,
nada soliviantado,
como un manto de lino
azul y blanco,
envuelto en corazones,
como relajado, desconozco
si quiere hablar
o guardar silencio
por más rato.
Está tan dulce el cielo hoy…
te pido que lo repitas una y otra vez,
tantas veces lo requieran
tu corazón y mi corazón,
así, suavecito, suavecito,
como golpecitos templados
de tambor.