Piensa sobre aquellos momentos en los que has discutido fuertemente con una persona que te ha maltratado, ¿cómo te sientes luego? Si experimentas violencia en vez de amor, o venganza en vez de solidaridad tu cuerpo notará la diferencia.
Tú no tienes que actuar diferente para que los demás no se enojen contigo o para complacerlos, tú debes actuar cerca de tu corazón porque deseas tu propio bienestar. Porque sabes que existen muchas emociones tóxicas para ti y no pretendes que opaquen tu maravillosa vida.
La próxima vez que alguien te haga daño reflexiona sobre esta gran verdad y cambia la forma de ver los eventos para poder ofrecerle a tu propia vida el amor y la mansedumbre que se merece.
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