CÓMO ESCRIBIR
UN POEMA DE AMOR
Descubre el poder de la poesía como instrumento
de superación personal
Un buen poema de amor bien podría ser un poema del silencio, un cruce de miradas inesperado, el encuentro en forma de caricia de dos manos. Nuestro día está repleto de detalles y de momentos, aparentemente insignificantes, pero llenos de belleza.
Lo cierto es que la vida en sí es poesía. Está compuesta por muchos ingredientes que permiten el cantar del alma. También por los instantes donde el dolor o el sufrimiento afloran y llegan a nuestra vida. Tanto la alegría como la tristeza, el sentido o el sinsentido, la claridad o la confusión, son grandes catapultas para el cambio, para ir hacia adelante, para vivir la vida en su totalidad, en su máxima expresión.
Somos los protagonistas de una película con altibajos, con momentos de plenitud, de caída, de volver a levantarse, de transformación. Pero siempre caminamos hacia algo mejor. Las mejores películas son aquellas en las que el protagonista se supera a sí mismo y deja atrás todas aquellas dificultades que no le dejaban avanzar.
El continuo transitar entre la vida en sus múltiples formas y la vida en su aspecto más sutil y misterioso nos lleva a enfocar la realidad de una manera más abierta y enriquecedora. Es ahí donde surgen emociones que necesitan ser expresadas. Existe un complejo y apasionante mundo más allá de lo que percibimos con nuestros sentidos, que son limitados. Una cosa es el mundo “real” que observamos con nuestros ojos, que escuchamos, que tocamos, y otra cosa bien diferente nuestro mundo interior, donde se gestionan los pensamientos, los sentimientos, las emociones.
Detrás de esos dos mundos existe todavía una esfera de contemplación más. En esa esfera residen el corazón y la emoción del amor, que es una emoción elevada; una emoción que nos enaltece y que inspira y encumbra a los demás. Desde esa plataforma nos convertimos en los observadores privilegiados del juego de la vida. Es la atalaya del alma.
El amor es la energía que ordena todo nuestro universo. A través de él podemos comprender, permitir, transformar, inspirar, crear, perdonar, soltar, alcanzar y muchas otras cosas más.