El lenguaje es un práctico y maravilloso compendio de conceptos que hemos creado para concretizar y simplificar la realidad, para poder hacerla comunicable y manejable al uso cotidiano que el ser humano ha ido demandando en su evolución social y, en los últimos siglos, industrial. Pero no podemos obviar que la rosa no es su nombre, va mucho más allá del concepto que la define como “rosa”.
Este conocimiento no tiene como finalidad el que intelectualicemos al respecto y nos forcemos a creer en algo que no comprendemos de forma natural. Esto nos sirve para ser más felices y sabios. Para no ir juzgando por doquier. Para no sufrir por estar en un bando o en otro. Para amarnos más y no juzgarnos demasiado a nosotros mismos. Para dejar que las cosas sean, sin etiquetarlas. El concepto limita nuestra capacidad y nuestra conciencia. No es la verdad, tu verdad.
No merece la pena pasarse la vida sufriendo por algo que es superficial, pasando de una cosa a otra como una pelota de tenis. Ahora soy esto que es socialmente considerado como “bueno”, ahora después soy esto que es considerado como “malo”.
Lo que nosotros, a un nivel muy profundo, consideremos que nos hace bien nos hará bien. Somos lo que “creemos” que somos y lo que pensamos, el personaje que creamos. Elige bien qué personaje quieres ser en esta vida y camina con la cabeza al frente, con coraje y confianza. De esta elección dependerá tu felicidad en esta vida. Pregúntale a tu corazón y él te dirá lo que tienes que ser.
La verdadera belleza no nace de un concepto, nace de una emoción, de un sentimiento, de una experiencia. Lo que hay afuera es bello porque nosotros tenemos ojos de belleza, porque vemos la realidad con ojos de belleza, porque tenemos dentro de nosotros ese sentimiento.
Continúa disfrutando de la lectura de Cómo escribir un poema de amor en Amazon, iTunes, Google Play o en tu tienda electrónica favorita.