top of page
  • Gael Rodríguez

Cruzar la frontera


Aún podría valer

el cuerpo erizado

que sospecha

de sí mismo,

como los amontonados pinos

que se derraman

en la laderas,

acacias del malherido orgullo,

sin que los páramos derrumbados

de cualquier existencia

hayan podido trascender

la inquietud

de lo que vive.

Si tan solo

soy un pasar,

¡qué infinita aventuranza esta!,

cruzarme contigo

en cada uno

de los puestos fronterizos

que separan

un segundo del siguiente,

una noche

del día

que la precede.

Continúa disfrutando de la lectura de Identidad en Amazon, iTunes, Google Play o en tu tienda digital favorita.

bottom of page