Los buscadores de verdades, los que hemos avanzado y nos hemos elevado a planos superiores de conciencia, despertamos por las mañanas sintiendo un profundo agradecimiento por el canto de un pequeño pajarillo y, del mismo modo, por los pesares de la vida. Comprendemos que todo es energía de amor y nos sentimos infinitamente gratificados por estar vivos a cada instante de presente. Agradecemos cada acontecimiento que le da espíritu a este asombroso sueño.
Cada hecho, cada emoción, le pone color a la película que el Universo está proyectando, realzándola y haciéndola cada vez más interesante. Centrados en nuestra Fuente de Luz todo se ve diferente. La vida no es la vida, no es la película que nos contaron, es un canto fugaz y misterioso que nos invita a recorrer los poderes más milagrosos del Cosmos. Ese canto se convierte en una sinfonía romántica cuando compartes el verdadero amor de Dios con otras personas.
“La Vida no es la vida, es un canto celestial
que tienes la posibilidad de disfrutar
abrazado a la fuerza de la Creación”.
Recomiendo a todos los seres humanos de este planeta a que vivan la espiritualidad hoy, a que se reencuentren con su corazón para poder experimentar, al igual que yo, el gozo divino en su interior, la hermosa sensación de sentirse bendecidos.
El despertar espiritual es una experiencia transformadora, apasionante, sorprendente y conmovedora al máximo.
Luz