Soy el haz de luz
que descansa en tus pupilas,
la luciérnaga trémula
que ensaya en tu penumbra,
el rayo de sol
que rellena tus párpados,
que lisonjea tus pestañas,
que acaricia la puerta pulida
que da paso a tus entrañas,
al arcano de la vida
que da fe a tu mirada.
Soy la lluvia inesperada,
el aguacero de verano
que interrumpe tu letargo,
el soplo de frescor inadvertido
que te espera en tu rellano,
el repique de tambor enamorado
que golpea tu parnaso,
la percusión apasionada
que edulcora tu existencia,
el agravio incontrolado
que acicala tu cubierta,
que da vida
a tu alma de princesa.