top of page
  • Luz y Gael

Buscando la aprobación ajena


CONTENTANDO A LOS DEMÁS

Cuando te amas profundamente, no pides migajas de amor a cada persona que se cruza en tu camino. Cuando realmente te apruebas no pierdes energía intentando gustarle y caerle bien a todos aquellos que te rodean. No necesitas su aceptación. Te sientes completo.

Reflexiona un instante. Tú eres dueño de tu vida. Eres dueño de lo que te gusta hacer y lo que no, de tu personalidad, de tus ganas de soñar. Completamente dueño de tu mente. Dueño de tu corazón. Procura repetirte esta frase diariamente: “Nada ni nadie tiene poder sobre mí”.

La aceptación del resto no tiene ningún valor, ningún sentido. Tú eres el que debe amarse profundamente y aceptarse íntegramente para poder ser feliz.

Si le das el control remoto de tus emociones a alguien más, este podrá tocar sus botones y hacerte experimentar emociones negativas cuando lo desee. Si alguien nos dice que somos lindos experimentamos felicidad, pero si, por el contrario, nos dicen que no somos de su agrado la tristeza se apoderará de nosotros. ¿Crees que esta es una forma saludable de vivir? ¿Consideras que no siendo dueño de tu vida y de tus emociones lograrás experimentar dicha y armonía?

Créeme que vivir pendiente de la opinión ajena provoca en tu cuerpo grandes pérdidas de energía. Como si una máquina letal la absorbiera por completo hasta dejarte exhausto. Nunca dejes que los demás te definan.

Decide cambiar tu vida. Hoy puedes decretar que te amarás profundamente sin esperar que los demás lo hagan por ti.

Hoy puedes abrazar a tu corazón

para brindarle emociones

más positivas, sanas y perdurables.

bottom of page