
Apenas comenzaba a escribir y ya había algo que me llevaba a otro lado, a otro lugar, y pasé de ser ladrón a ser secuestrado, robada mi libre orfandad por ajardinadas generalidades, y pasé de ser desertor a ser eslabón de infecundas trivialidades.
Una cortesía al tiempo, una obra inspiradora y apasionante. Descárgala aquí.