Mientras permanezcas conectado a tu mente, seguirás experimentando dolor, sufrimiento y oscuridad.
Tu vida materializada en este mundo es un compendio de energías. Mientras estés atrapado en este cuerpo experimentarás las emociones regidas por las leyes universales de la materia. Ningún ser humano puede escapar al sufrimiento a menos que se conecte. Esa es la clave. Tu yo auténtico, tu corazón, es infinito. Es un espacio no circunscripto, misterioso e inmaterial al que podrás viajar si lo que deseas es liberarte del espacio denso que te limita. Una de las cualidades más bellas de tu Ser es poder abrazar el sufrimiento terrenal. Navegarás, pues, entre tu mente y tu corazón hasta que finalmente hayas traspasado varios niveles de conciencia y te unas a él.
Fúndete con las dos fuerzas que conforman la vida, con la luz y la oscuridad, dos fuerzas igual de potentes que se necesitan la una a la otra y en su unión nace la armonía. Amígate con tu parte amarga, la oscuridad que existe en la vida para poder alcanzar la verdadera alegría y una comprensión infinita. Tú no eres solo felicidad, tú no eres solo tristeza y si solo conocieras una no podrías sentir el gozo de la vida en todo su esplendor, te sentirías incompleto y no podrías experimentar paz interior.
El sufrimiento existe y es igualmente valioso que el placer. Aprendiste a rechazar lo que tu yo limitado etiqueta como negativo y resulta que eso es lo que te está haciendo madurar y atraerá a tu vida las más bellas emociones y experiencias. Debes abrazar el sufrimiento para poder experimentar el alivio de saber que todo está bien en tu mundo. Deja de hacer esfuerzo por quitar lo malo de tu vida para darle la bienvenida, sabiendo que existe un motivo maravilloso que te beneficia y te lleva al bendito equilibrio.
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