top of page
  • Luz y Gael

Agradece


Vivimos en un círculo continuo de queja. Nos quejamos una y otra vez de manera incansable. Esto es debido a que no tenemos un medidor de energía que nos muestre las cantidades en las que decrece cada vez que sale de nuestra boca un lamento. Si fuera así, si tuviéramos la posibilidad de ver con nuestros propios ojos el desgaste energético que sufrimos cada vez que nos posamos en lo negativo, tomaríamos conciencia absoluta y radicalmente optaríamos por ser más positivos. Y no hablemos de si pudiéramos observar cómo perjudica a nuestra mente y a nuestro cuerpo; terminaríamos aterrados.

Cuando nos sentamos a la mesa a comer suele pasar lo mismo. Nos quejamos de que está frío, de que no tiene el sabor que queremos, de que es poca comida o mucha cantidad. Realmente no tomamos profundidad sobre este tema, pero nuestras palabras pesan mucho. Ellas son las que crean nuestro presente, nuestra realidad.

Preguntémonos con total franqueza y con el corazón, ¿cuántas veces al día experimentamos gratitud? La falta de agradecimiento suele ser una característica muy común en aquellos individuos que se sienten muy desconformes con su vida, con la que dicen que les tocó. Es común en los que no se sienten felices, los que no le encuentran un sentido a nada y los que se aman muy poco.

Si emprendemos un camino profundo y espiritual, lo primero que sentimos es agradecimiento. Descubrimos que todo lo que nos rodea lo ha puesto Dios para nuestro disfrute y eso nos deja en un estado de total gratitud. Todo lo que nos rodea es un milagro, nosotros somos un milagro, nuestro cuerpo es completamente asombroso.

bottom of page