top of page
  • Luz y Gael

¿Quién soy?


¿Quién eres? ¿Qué eres?... ¿Piensas que ya lo sabes todo sobre ti o permaneces en estado de apertura, de asombro? Cuando nos identificamos con lo que vivimos a través de los sentidos o con la pantalla de pensamientos que nos separa de lo real, pasamos a ser lo que en verdad no somos. Nos atemoriza conocer nuestra esencia, pero a la vez sabemos que solo podemos realizarnos en lo profundo, en lo que nos hace únicos. De este modo, vivimos inmersos en una pesada y voluble ilusión. Cuando no conoces lo que eres, es más fácil que tu vida gire alrededor de un punto o eje ilusorio en vez de hacerlo alrededor de un centro sólido, de un pilar fuerte. Nuestro barco nunca reposa en un puerto, porque no tiene un buen anclaje. Nos convertimos en un caballo de calesita que da vueltas y más vueltas sobre la misma desconcertante falsedad.

Pero el descanso en el Ser es un alimento vital para seguir eligiendo ser feliz. El descanso en Dios nos muestra el camino, porque el camino es Él. El camino es la candidez del rostro de lo divino impreso en nuestro corazón, es el sagrado candor de la huella que el amor de Dios fija en nuestro interior. Cuando amamos nos transformamos, nos ponemos a su obra y servicio, a su plena disposición. Le entregamos lo que "creemos" que somos, lo artificial, lo confuso, lo ignorante. Pasamos a ser lo que Él es en nosotros, un fiel servidor. Pasamos a ser un estado de existencia vacía pero a su vez plena. Una llama que alumbra, un rayo de luz que nutre y calienta.

Como los girasoles, cuando pasados de sol comienzan a inclinar sus cabezas, bajamos nuestra mirada para realizarnos en nuestro corazón.

bottom of page