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  • Luz Boscani

Abandona el pasado


Sí, lo sé. Sé que desde pequeño has pasado por muchas situaciones difíciles que te han puesto de rodillas. Sé que has tenido que sufrir mucho, que quizás te hayan maltratado, humillado, quizás te hayan dejado de lado o no te hayan amado, pero no estás solo. Tu vida está contigo. Nota cómo todo eso ha sucedido por un motivo maravilloso que ahora no puedes ver, pero que comprendes te ha llevado a donde te encuentras ahora. Te ha construido, te ha fortalecido. Advierte cómo cuando te centras en tu pecho, en la dulzura de tu corazón, ese amor infinito baña todo tu cuerpo y borra todos esos recuerdos. El amor puro que vive en ti borra los rencores, las ofensas, las malas intenciones.

No pierdas las maravillosas chispas de Divinidad que componen el presente gracias a revivir el pasado. Suelta esa mochila que llevas colgada en tu espalda y que no te deja avanzar con suavidad y amor. Hazlo por ti, no por los demás, por ti, porque tu vida es muy valiosa y debes cuidarla.

Si ves los ojos con la vida del pasado no podrás ver con claridad. Ahora mismo contemplas la vida a través de unas gafas viejas, sucias, y sin sentido. Toda la realidad se distorsiona a través de esos cristales. Eres tú, solo tú el que puede limpiarlos para que la verdad florezca, para que puedas ver la belleza que rodea todo lo que existe en la Tierra. Medita sobre la cantidad de horas que desperdicias pensando en recuerdos, en imágenes que vienen a ti, una y otra vez, con la única intención de hundirte. Insisto en que gastas una gran cantidad de energía en esas nostalgias; desperdicias vida. Estás perdiendo segundos de vida cada vez que viajas hacia atrás. El estrés se apoderará de ti rápidamente cada vez que abres el baúl de los recuerdos y te recreas en él.

Te propongo que envuelvas el pasado en la perfección del amor y lo dejes ir. Abandona la idea de que reviviéndolo continuamente podrás sanar tus heridas. Abandona, del mismo modo, el deseo de que cambie. Este no cambiará, sencillamente, porque ya no existe, se ha diluido, solo vive en tu mente.

Libera a todas las personas que te han hecho algún daño, con o sin intención, libéralas “aquí y ahora” y libérate. Has construido tu propia cárcel, pero desde tu verdadero yo puedes romper esos barrotes y salir a la vida. Envíale mucho amor y paz a cada individuo que ya no quieres que forme parte de tu vida y avanza sin temor. Cierra círculos, finaliza etapas. Nuevas y sanas aventuras te están esperando.

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