En nuestra rutina diaria, nunca nos hacemos la pregunta: “¿Hay equilibrio en mi vida?”. Es esta la razón por la cual lo perdemos, porque no somos verdaderamente conscientes de su presencia o ausencia. No nos han educado en su importancia, es debido a esto que no resulta algo prioritario para nosotros.
“Somos seres humanos y somos seres de luz” me dijo Gael un día de otoño. Esta hermosa frase resume maravillosamente de qué se trata el equilibrio. El equilibrio y la armonía llegarán a nuestras vidas cuando dejemos de navegar en los extremos. Es decir, siendo personas totalmente mentales o totalmente espirituales. Quizás te resulte difícil imaginar la parte mundana o superflua de un Maestro espiritual, pero puedo asegurarte que la tiene. Solo las personas iluminadas como Budha viven en absoluto estado espiritual.
Debes vivir a través de las dos dimensiones de la existencia, la espiritual y la mundana si lo que deseas es alcanzar la verdadera felicidad. Te resulta más fácil enfocarte en tu vida mundana porque es la que puedes ver, por el contrario la espiritual no la puedes ver ni tocar. Este puede ser uno de los motivos más importantes de porqué los seres humanos reforzamos tanto nuestro ego y le damos importancia desmedida al mundo “físico”. El mundo interior, pues, se ve relegado y apartado. Y sin que este funcione correctamente y con todo su potencial será imposible que el mundo “físico” se desarrolle felizmente, será imposible alcanzar la autorealización.
Debes darle cabida al campo de energía que conforma cada uno de esos mundos y dejarlo fluir, dejarlo correr por los ríos que le son familiares, los de la Divinidad. Si una de estas energías se ve bloqueada experimentarás todo tipo de problemas y emociones negativas que no deseas para ti.
¡Atrévete a El gran libro de la vida! Tras una lectura consciente y reflexiva de sus páginas, aprenderás el arte de vivir, comenzarás a estar en sintonía con una fuente de alegría y amor inconmensurable que te proporcionará todo aquello que necesitas para vivir de una manera realizada y completa.