Mejor que cualquier placer de este mundo...
es el placer del perdón que surge de habitar en el amor de Dios.
Mejor que cualquier placer de este mundo...
es el placer de la dulce empatía y la amorosa compasión que surgen de habitar en el amor de Dios.
Mejor que cualquier placer de este mundo...
es el placer de la inmediata flexibilidad que surge de habitar en el amor de Dios.
Mejor que cualquier placer de este mundo...
es el placer de dejar caer una ignorancia, una creencia divisoria, lo cual surge de habitar en el amor de Dios.
Mejor que cualquier placer de este mundo...
es el placer de la correcta visión que surge de habitar en el amor de Dios.
Mejor que cualquier placer de este mundo...
es el placer de contemplar a Dios detrás de cualquier supuesta incomodidad,
lo cual surge de habitar en el amor de Dios.
Más bello y llamativo que la cosa más bella y llamativa de este mundo...
es la dicha que surge de apagar los sentidos para sentir el más sublime de los sentimientos,
el amor de Dios.
Inédito de Gael Rodríguez
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