Existe un texto de la Madre Teresa de Calcuta que me parece muy habilitador, entusiasta y verdadero. Un texto que despierta en mí hermosas emociones cargadas de energía y es por ello que deseo compartirlo contigo. Creo que forma parte de uno de los secretos de la vida: la acertada actitud que debemos tener frente al resto.
Caminando de la mano junto a los valores y virtudes más elevados del corazón y poniendo en práctica estas palabras seguramente alcanzaremos el bienestar.
Muchas veces la gente es poco razonable, ilógica y egocéntrica.
Perdónalos, igualmente.
Si eres amable, la gente puede acusarte de tener motivos egoístas ocultos.
Sé amable, igualmente.
Si eres una persona de éxito, te ganarás algunos amigos falsos y algunos enemigos de verdad. Ten éxito, igualmente.
Si eres honesto y sincero puede que la gente te engañe.
Sé honesto y sincero, igualmente.
Puede que alguien destruya en un momento lo que te ha costado años construir. Construye, igualmente.
Si encuentras la serenidad y felicidad, puede que tengan celos.
Sé feliz, igualmente.
El bien que hoy hagas mucha gente lo olvidará mañana.
Haz el bien, igualmente.
Dale al mundo lo mejor que tengas y puede que nunca sea suficiente.
Dale al mundo lo mejor que tengas, igualmente.
Mira, “en el análisis final es todo entre tú y Dios, no entre tú y ellos. Con que, ¡igualmente!”.
Ella hace referencia al Dios religioso, pero a mí me gusta entenderlo como el Dios Cósmico, el Tao, la Energía Universal Creadora.