El miedo te lleva a una visión muy limitada e ignorante de la vida. Es una energía que tú estás permitiendo en tu vida y que hoy mismo puedes dejar que se marche para no volver jamás. Solo debes entregarte, solo debes ser consciente de que este viaje es muy corto y que solo debes preocuparte por abrazar a tu corazón y encontrar el sentido. Cuando esto ocurre, nada de lo que te rodea es importante, todo pasa a segundo plano. Cuando todo lo que tienes, lo que eres, lo que no eres, lo que los demás opinan de ti, lo que has conseguido y hasta incluso tu cuerpo dejan de ser relevantes, estás conectado y fluyes en planos vibratorios mucho más elevados donde el miedo no puede penetrar. Simplemente no existe. En tu Fuente Infinita de Amor no existe el miedo, todo es armonía, amor y alegría. Si te unes a tu Fuente todo estará bien en tu mundo.
“Cuando te siente inmerso en un mar de apegos el miedo se apodera de ti”.
Mi consejo es, pues, que sueltes los adhesivos que no te pertenecen. Suelta todos los días algún comportamiento que adviertes que te hace daño y no te conduce a la libertad para poder decirle adiós al miedo de forma definitiva.
“Lo único que te pertenece es el momento presente «aquí y ahora» y debes vivirlo al cien por ciento para poder experimentar gozo en todas las dimensiones”.
Adquirir sabiduría junto con la práctica diaria de meditación te ayudarán a que seas más consciente de que tú eres el dueño de tu vida y de cómo decides vivirla, si encogido como un niñito miedoso o fuerte, valiente y soñador. Tú creas tu propia realidad. Abandona el miedo para darle la bienvenida a la verdad y la libertad. El miedo es la otra cara del amor. Donde hay amor, no hay miedo.
Tras una lectura consciente y reflexiva de El gran libro de la vida, aprenderás el arte de vivir, comenzarás a estar en sintonía con una fuente de alegría y amor inconmensurable que te proporcionará todo aquello que necesitas para vivir de una manera realizada y completa.